miércoles, 24 de diciembre de 2014

eskerrik asko

No podía terminar este año así como así. Casi a la francesa, nunca mejor dicho dado el protagonista del último partido del año. Este Atleti se merecía una despedida a lo campeón. El escenario, pese a haber sido conquistado siempre que los nuestros han pasado por el nuevo San Mamés, no era el más favorable, el primer tiempo menos. Una nula respuesta al voluntarioso e ineficaz juego bilbaíno, que les dio más que suficiente para irse ganando al descanso. No daba un puto duro por el Atleti, desde la comprensión de las bajas, del peso de los partidos, de que a veces también hay que perder, de que bastante había creído ya tantas y tantas veces, con más éxitos que fracasos de por medio. Pero este equipo estuvo una vez más por encima de mi mentalidad, y pese a la horrible indumentaria, me brindó con sidra el Gaitero una victoria que por mucho que el árbitro manchara, deja una pátina de profesionalidad incontestable. La sucesión de goles fue un momento nirvana por todo lo que se produjo en esa habitación de hostal jiennense, con mucha influencia en el resultado final, y que sorprendentemente tenía canal+ cuando apenas pensaba en ver el partido. Se hizo lo mismo que el Cholo dijo a sus jugadores en el entretiempo: terminar bien un gran año, disfrutando por el camino.

Estos 365 días de 2014 son un subconjunto de la época más guinessiana de nuestro equipo. Campeón de Liga, Campeón de Supercopa de España, subcampeón de Europa y semifinalista de Copa. Por no hablar de la pléyade de records que los futbolistas con alma de gladiadores de Simeone (y Burgos, y el Profe Ortega...) han conquistado. Sería una pérdida de tiempo sumergirme en cada uno de los logros, ya por todos sabidos, pero quiero rescatar una frase esperanzadora, máxime en los tiempos que corren, y que fue pronunciada por nuestro guía espiritual cuando se consiguió el título liguero. "Si se cree y se trabaja, se puede". Pocas veces, por no decir ninguna, he sentido tanto orgullo como con los éxitos de este año. Esa sensación tan reconfortante de saber que uno ha estado ahí en las duras, en las podridas, para estar por derecho en las maduras. Hoy no merece la pena hablar del futuro, porque el presente es demasiado grande. El equipo está en metamorfosis para seguir siendo igual de sólido, y creo que todos temíamos una suerte de caída en picado tras la temporada anterior. Ni de lejos se ha producido esa hecatombe. En octavos de Champions; en liga dominando la tercera plaza y mirando más arriba que abajo; en Copa con todo por decidir. No hay duda de que será duro, pero eso es lo que nos pone, ¿a quién le gusta lo fácil siendo del Atleti?

jueves, 18 de diciembre de 2014

Feto

El partido no ofrece ningún atractivo más allá de encontrarme sin nada mejor que hacer. Además, ver al Atleti (con su incomparable abanico de emociones) siempre es un placer, más que un deber. Es el último partido del año en el Calderón. Un partido descafeinado, pero con varios canteranos y jóvenes fichajes que quizá tuvieran algo que decir. Y sobre todo, hay otro frente (el de la afición) cuya comunión, de ahí la palabra que titula, debe germinar poco a poco. Últimamente cualquier grito aislado que se oiga en el campo me suena a música celestial. Se nota que el aficionado de a pie es consciente de que vamos a tener que remar todos juntos más que nunca, pero al igual que con algunos jugadores que fueron de la partida, todo está en estado embrionario. En lo meramente futbolero, Manyuka y su olfato de Perdiguero de Burgos reconducen un tiro desviado en la única ocasión que recuerdo de la primera mitad. Es increíble la movilidad que tiene el eslavo... no sé de dónde sacan perlas como delantero tronco, si el menda se harta de defender y cae a banda... demasiado en mi opinión. Aún así, se le ve más que a Raúl Jiménez. Así continúa el cúmulo de choques e imprecisiones, y aprovecho para otros menesteres como cortarme el pelo, diseñar un plan b para el desayuno o zanjar los últimos flecos de la expedición a tierras jiennenses. Pasa el tiempo, con el Atleti llevando la batuta pero sin ritmo ni swing. Entonces aparece una carambola para darle el empate a los catalanes. Me sigo quedando con las ganas de ver una parada del bueno de Oblak... Lo poco que le tiran y la cantidad de goles que encaja el pobre chaval. La rebelión queda rápidamente minimizada con un nuevo tanto de SuperMario. Qué remate! ¿A que no adivinan a pase de quién? Koke y Mandzukic no estarán en San Mamés, cosas como esa jugada a buen seguro que no tendremos... Posteriormente, lo más interesante es la fumada del comentarista sobre el potencial riesgo de Simeone si alineaba a cuatro jugadores del filial. Y una mierda! Golazo para volver a empatar del L'Hospi. Esta vez sin rechace pero con un efecto diabólico que le vuelve a otorgar el beneficio de la duda al esloveno Oblak, pero me temo que este partido le está haciendo un flaco favor, y recemos porque tenga personalidad y no le entre ninguna psicosis tipo Asenjo. Finalmente hace una buena intervención que quizá le restaure la confianza: de paso le salva el malrato al debutante Keita de meterse un gol en propia. Conforme pita el árbitro publico esta entrada, posiblemente la última de una año legendario, por mucha mierda de partido que nos hayamos tragado en estos dieciseisavos de Copa, este 2014 ha sido colosalmente rojiblanco.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Winter is coming

Más de año y medio ha tardado la fortaleza rojiblanca en volver a ser mancillada. Todo un orgullo de equipo, que ayer puso fin a su racha inmaculada de éxitos continuados en el Vicente Calderón. En esos 19 meses, para que se hagan una idea, el Villarreal ha bajado a segunda y ha ascendido para jugar este año en Europa League, Falcao ha pasado de ser el buque insignia colchonero a chupar banquillo en Old Trafford, yo acababa de mudarme a Málaga y hace una semana que dejé esa vivienda, y en esa penúltima derrota ante el Barcelona por 1-2, de la que no hice crónica, marcó Villa, que hace ya tiempo que se fue de nuestras filas. Se daban muchos ingredientes para que pasara lo que pasó en este último partido en casa del año. Sobre todo el ambiente enrarecido, con demasiado dióxido de carbono. El estadio, sin la coordinación del fondo sur, que lo queramos o no orquestaba la animación, tiene que encontrar aún su rumbo y homogeneizarse para ir todos a una. De todas maneras yo, que solo vi la segunda mitad, percibí buenas sensaciones. No me cabe duda de que aunque se pueda perder parte del carácter caliente de cara a jalear al equipo, el núcleo duro de aficionados colchoneros, sean de la localidad que sean, piensan como yo y animarán todo lo que puedan. Eso es más importante de lo que parece, es un factor a tener en cuenta, pero indudablemente, había enfrente un rival que nos jugó bien, y llegó mucho más entero al final. La efectividad de otras veces, que nos permitía controlar el partido tras ponernos por delante, no apareció, y nos encontramos con este patinazo sobre un hielo que anuncia fríos tiempos. El Villarreal desactivó a Arda, y cuando el turco se desmelenó en una jugada de genio, el árbitro se equivocó (ya sé que también obvió un penalty de Gabi), y anuló un tanto que celebré, rompiendo mi costumbre de esperar a estar seguro de que es válido. No aprendo... Por cierto, hablando de croata, que es uno de mis ojos derechos, me gusta su omnipresencia en el campo, pero temo que eso merme su capacidad de cara a puerta. Una pena la ocasión que marró poco después ante un resentido Asenjo, que puso su granito de arena en la victoria de su equipo. Un equipo castellonense que tuvo menos tiempo de preparación, y ahogó como nadie hasta ahora a los de Simeone. Si a eso le sumamos las peligrosas llegadas lideradas por Vietto, obtenemos el resultado final. Es sorprendente este delantero, que hasta hace poco no sabía ni quién coño era y que parece muy muy interesante. Los cambios, más ofensivos que otras veces, partieron al equipo: no se puede acertar siempre. Eso va para la gente, entre la que me incluyo, que pedimos a veces más mordiente en sacrificio de uno de los mediocentros. Se perdió como se pudo haber empatado y como tantas veces ganado. Nada que objetar a un rival que lo hizo fenomenal y que tan solo me decepcionó con las declaraciones previas de su entrenador, que como otros se subió al carro de que el Atleti "raya la ilegalidad"... lamentable, ¿pero qué va a hacer el hombre? Pues barrer para casa no te jode...

Se acerca el invierno, y los huargos del Cholo, haciendo un penoso símil con Game of Thrones, tendrán que hacer frente a numerosos peligros inmediatos. Para rematar el año queda cerrar el trámite copero (en enero viene el Mandril) y rendir visita a un feudo imponente pero en el que el año pasado dimos no uno, sino dos mandobles. El partido de San Mamés, unido a esta derrota en casa, podría dejar unas sensaciones posiblemente injustas en un año mitológico, y es ahí donde considero que hay que valorar la grandeza de este equipo, y que una derrota como esta, que escuece por lo inesperada, no ha de mermar la confianza en los nuestros. Veo al equipo con capacidad para mantener el tercer puesto, y a partir de ahí, soñar con el resto de competiciones, que serán durísimas a partir de ahora. Que cuenten con mi apoyo para la guerra. Forza Atleti, gracias por existir.

martes, 9 de diciembre de 2014

"Porque me están agarrando que si no..."

O un "¿A qué eso no me lo dices tú a mí en la calle?" también vendría bien. Porque el partido de Turín estuvo claramente sesgado por lo que ocurría a 1548 kilómetros de distancia. El Olympiacos sacaba su partido adelante con sufrimiento y, pasada la fase inicial, la Juve fue levantando el pie del acelerador hasta firmar un entente cordiale del que el Atleti salió con la cabeza muy alta. Nos quedamos con ganas de más, pero si el rival, jugando en casa y necesitando dos goles, no ataca a por todas, no vamos ser quijotes, que esto es la competición más grande del mundo. No obstante, los nuestros dejaron un poso de profesionalidad considerable, así como la sensación de que si el rival hubiera torcido el gesto, nosotros hubiéramos respondido debidamente. En un campo imponente (me encanta su atmósfera y su corto aforo) los rojiblancos, hoy enfundados en la áurea, no se arrugaron y si me apuran dispusieron de las ocasiones más claras del encuentro. Fue un partido raro, en el que se atisbaba el cerocero a eso del minuto 55. Nadie se atrevía a hablar por ser bocachancla, pero al final no hubo para más y empezó a oler a Biscotto, por no decir Panettone. Entre medias, Raúl García hizo historia, se graduó Giménez, Tiago descansó, y Arda demostró que si se pega a la izquierda con dos más, puede arder Troya. Partido raro, sin sustituciones, y en el que se cumplió el objetivo de ser líderes de grupo sin florituras ante todo un campeón del Calcio. Ahora llega una de las cosas que más me gusta aparte de ver al Atleti batirse el cobre cual coloso: el sorteo. Ya conocemos a Basel (quién te ha visto y quién te ve, Liverpool), Leverkusen (ojito la industria pesada), Arsenal (una ruleta rusa) y Shakhtar (delanteros brasileños y Srna). Cualquiera de ellos me vale para octavos, pero independientemente del oponente, algo me dice que volveremos a Turín pronto sin incidentes, y ahí seguro que los nuestros sueltan un sopapo a su debido tiempo si el rival bravucón se pasa de la raya. Hasta febrero aparcamos esta competición, en la que tengo muchas ilusiones, directamente proporcionales a la dificultad para ganarla. 



ANEXO: duelo textil
Siempre que tengo la oportunidad, menciono mi colección de camisetas. En ella, por supuesto, abundan ejemplares del Glorioso, pero también se coló una camiseta juventina, a pesar de que los bianconeri no son muy santos de mi devoción. Siento más admiración por el AC Milan, y me atrae la Roma de Totti e incluso el Napoli, por ser sureño y su mística maradoniana. Pero el caso es que un día hace años en el Nike Factory vi una camiseta dorada de la Vecchia Signora (2008/09), y sin pensar el toque cani intrínseco que albergaba, compré por menos de 30€ (no me suelo gastar más en camisetas). El ejemplar que luce a su derecha, es la archiconocida camiseta del año de la Europa League 2010, muy bella ella. Mañana tengo una entrevista de trabajo, y yo haciendo fotos a camisetas de fútbol y pensando cuándo estarán todos los rivales en el horno de octavos para hacer sorteos de mentira mientras llega el lunes. Así funciono yo...

sábado, 6 de diciembre de 2014

El Punto G

Este Atleti, cuyo técnico podría dar convenciones, charlas y llevar la voz cantante en simposios sobre cómo plantear los partidos, sumió al rival en una profunda hipnosis, y casi la extendió a sus fieles seguidores. Quizá no fuera más que la especulación llevada al paroxismo, o que el equipo no juega tan bien como dicen los que no ven más que sus goles a balón parado en las noticias. Quizá estoy exagerando, y el Elche, equipo que ojalá siga en primera por la calidad que mostró su afición en esta coyuntura y porque es un clásico, está a un nivel muy inferior al del año pasado. Aún así, el caso es que salió un partido sin sobresaltos, pragmático, y en el que los nuestros dieron la sensación de no tener que sudar estrictamente más de lo necesario para ganar con solvencia. Porque otra cosa no, pero a sobriedad, pocas veces le ganan a los del Cholo. Además de una nueva tarde en la oficina, nos llevamos una buena noticia: al paso de un becario a la nómina de la empresa. No es ni más ni menos que José María Giménez, con G, otro central con gol como su mentor Godín. Porque ese golazo de bandera no lo mete un tuercebotas. Ojalá todo salga bien con él y con Lucas Hernández, que al parecer es del agrado de Simeone pero no le he visto en acción. Casi que ha venido bien la lesión de Miranda: un gol en contra en cinco partidos con Giménez en la zaga. Un servicio militar sobresaliente. Si todo sigue su cauce, parece que su espera en el banquillo le merecerá la pena en breve, pero que conste que aquí nadie está enterrando al brasileño. Además, dos cosas buenas sobre el protagonista del partido: parece haber dejado atrás ese absurdo peinado que le daba pinta de cebolleta, y me acabo de enterar que proviene de Danubio. En este blog sabemos que de La Franja solo pueden salir cosas grandes. Su gol llegó en una vacilada que huele a Germán Burgos. Esa emboscada tocando en banda, tras el supuesto respiro que suponía para los defensores rivales el evitar un centro preciso de Koke, les dejó tan en Babia que cuando reaccionaron el nuevo uruguasho de la familia ya había percutido. Discutible fuera de juego, y ante la duda no se pita, porque aún la tengo tras ver varias imágenes de línea gorda. Lo mantengo para el Atleti o para el equipo más asqueroso del mundo. Ese tipo de offsides son imposibles de verificar, y como esos centímetros no son determinantes, prefiero que no se piten. Repito, sea para el bando que sea el beneficio. 

A partir de ahí, un erial de tiros a puerta pero la sensación de que el partido estaba totalmente controlado. El Elche solo inquietó en un extraño centro con cicuta en el que Moyá hizo su mejor parada como guardameta colchonero. En la segunda parte, cuando el equipo franjiverde parecía inquietar mínimamente, se descuidó, y ahí apareció una genial asistencia pulsando L1+ △ de Gabi. A ese balón llegó bien Manyuka, controló mal, y definió regular, pero como el gol se lleva en la sangre, pues marcó, al igual que nuestros centrales con alma de killers. 0-2. Absolutamente nada más debía de ocurrir, salvo algún cambio dosificatorio o reivindicativo. Tan solo Griezmann, que sigue jugándolo TODO aunque no sea titular, dio frescura al ataque. El otro Jiménez, el que tiene los mismos goles que el joven central que abrió la lata, no aportó nada. Cerci no estuvo, y me pregunto si soy yo el que tengo un problema en vez de él, porque llevo varias crónicas hablando del puto italiano. A ver si contra su ex-eterno rival le dan bola y calla bocas. Si no, que siga remando en galeras o que fantasee con en cuál equipo de la Serie A jugaría sin trabajar tanto como aquí. En resumen, el Atleti sigue ahí, seduciendo, masajeando, rascando, intentando llevar al clímax a su hinchada, pero aún falta mucho preliminar, aunque a mí me pone.Y así, satisfecho con lo visto por su simpleza, se despide este guarro gilipollas, con G, como no podía ser de otra manera.


jueves, 4 de diciembre de 2014

Huida hacia adelante

Apenas vi un cuarto de hora mal contado del partido, en unas condiciones casi peores que el césped artificial del terreno de juego, pero necesitaba desahogarme. Todos necesitábamos un partido rápido para pasar página tras lo ocurrido el domingo. No me han dado mucho el coñazo con el tema, pero a más de uno le he tenido que decir que yo soy del Atleti, que seré crudo pero no siento pena si alguien fallece si lo anda buscando, sea de mi equipo o no, y que a mí lo que me gusta es el fútbol. Además, en cuanto a animación se refiere, cada vez que he ido al Calderón, fuera en la zona que fuera, me he ido con la garganta bien ronca. Porque no sabemos qué pasará ahora con el ambiente en el estadio tras la supuesta eliminación del Frente Atlético, pero espero que esa magia no se resienta demasiado, ya que puede costar partidos. No obstante, me parece algo necesario las medidas que se tomen, porque se les ha ido de las manos con tanto vandalismo y, sinceramente, al igual que flipo con los tifos que se marcan y el colorido que dan, me repugnan algunos de sus cánticos. Espero que no paguen justos por pecadores, que se purgue lo que se tenga que purgar, y que esa grada siga siendo el corazón del estadio. Eso sí, que todo el mundo dé un paso al frente, nunca mejor dicho, para seguir creando una atmósfera adecuada si la cosa afloja. Es muy fácil hablar desde la lejanía, pero si alguna vez vuelvo por allí, por mí no va a quedar. 

Tras este divagar que no llevaba a ninguna parte, poco tengo que decir del partido más allá de las sensaciones que me deja el resultado y los ejecutores del mismo. Me alegro de que Cerci asumiera protagonismo, de que tuvieran minutos los menos habituales como Gámez, que dio una gran asistencia en el primer gol. Este partido era para eso, para coger confianza y/o dosificar. Gabi me comentan que estuvo muy bien, además anotó el 0-2, provocado por un Cerci que me gustó en lo poco que vi. También se produjeron otros dos goles, para mí mal anulados, en los que el mexicano pudo aligerar la presión. De todas formas aún no me parece desechable el chaval. Y de lo que sí me alegro, es del golazo del Cebosha. Un puto máquina. Hacía tiempo que no metía uno de sus cebollazos, y sin duda lo merece. Hay gente que no entiende que juegue a veces por delante del italiano, pues qué quieren, si su actitud es buena, me alegro de que tenga minutos. Los cojones ante todo. Además, que porque el tío resalte más por su pundonor que el resto no significa que no tenga clase. Se me ve el plumero claramente con el uruguayo, pero me la suda. Como nota curiosa además, los goles que le recuerdo suelen ser sobre la bocina, quizá eso muestre su capacidad de lucha hasta el final: contra el Sevilla el año pasado, o contra el Viktoria Plzen hace dos temporadas. Buena victoria en definitiva, que deja la eliminatoria sobre raíles.

Me despido no sin antes criticar, como hago todos los años, al formato tan mierder de la Copa joder... Le quitan la emoción de saber el rival, condicionan el sorteo para que a los grandes les toquen los pequeños, partidos de ida y vuelta desde el principio... Muy mal. Salvo catástrofe, a principios de enero habrá derbi en Copa, algo que sucede con mucha frecuencia los últimos años. Habrá mucha gente que diga que hay que tirar la Copa, que si no es el Madrid será el Barça, pero no creo que estemos sobrados en ninguna de las otras competiciones como para tirar nada, máxime contra el eterno rival. Yo pienso que será parecido al pasado año: Simeone irá a muerte el primer partido, y en la vuelta rotará en función del resultado de la ida. Antes hay que rematar la faena en casa, pero este 0-3 deja poco lugar a la sorpresa incluso para lo más escépticos como es mi caso. 

Forza Atleti más que nunca.