miércoles, 14 de febrero de 2018

Triángulo de amor bizarro

No tuve tiempo para mi cita con las letras este fin de semana, a pesar de que era un día marcado en rojo pasión en el calendario. Huelga decir que tampoco pude disfrutar de una de los acciones más fascinantes para los que solo saben de verdad qué es la pasión a través del fútbol: verlo en directo. El motivo fue precisamente por otro tipo de amores y afectos. Cumpleaños de mi madre por ejemplo, a la que siempre doy mucho menos de lo que me da (ya me arrepentiré de ese hermetismo ya). Pude ir a la 74° edición de tal evento porque por desgracia no pude ver al Atleti en mi tierra. Pero para eso hay que retorceder...


Tras animarme a ir con mi vecino (del Atleti) a ir a ver el partido a La Rosaleda me topé en taquilla con un inesperado problema: no vendían entradas visitantes si no era a través del club. Como mucho podría hacerme con alguna el mismo día del partido si seguridad lo autorizaba... Como ni soy socio del club ni quería llamar a un 902 para informarme y además ya he visto bastantes Málaga vs Atleti de paisano, pues quizá dentro de un par de temporadas será... No obstante, precisamente por el presente niguérrimo que asola el Paseo de Martiricos (no confundan con Melancólicos) batallé con un sentimiento de pertenencia a mi provincia. Temía que en cualquier duelo dialéctico entre hinchadas saltara algún "a segunda oé" (que sufrí de pequeño como seguidor rojiblanco en mis carnes allí mismo tras volver del infierno) ó "puta Málaga" y yo me encontrara en una incómoda situación. Porque yo no tengo duda de que quiero que gane siempre el Atleti al Málaga (a no ser que no nos jugásemos nada de nada y ellos la vida). Pero también tengo claro de que soy malagueño y no madrileño. ¿No es tan raro no? Al final ese temor gilipollesco me comentan que solo se hizo patente precisamente al contrario. En la jugada en que Lacen está tocado en el suelo, me comentan que los nuestros animaron algo y en respuesta les llamaron asesinos. No sé que es peor, pero conforme escribo esto me doy cuenta de que desde que soy padre me la cojo con Rizla para muchos menesteres que antes me la sudaban y desataban mi lado más salvajemente divertido del ambiente futbolero. Ya se me pasará, espero...

Gracias Mark!

Y ahora bajamos un nivel más en el escalafón. Hacemos zoom. Y llegamos a la provincia en sí. Yo soy malagueño, pero antes que malacitano soy de Antequera, del corazón de Andalucía. Y también tengo claro obviamente de qué color es mi sangre si mi pueblo va a Jaén y yo voy en autobús a verlo o si veo de puta madre en directo en youtube un Atlético Malagueño vs Antequera porque tengo lío en casa y bastante putada hice ya a mi mujer llevándola al pueblo de los suegros. Yo pudiendo ver al Atleti, a Griezmann dar un recital, a Diego Costa matarse por un balón que se perdía por línea de fondo por mero aburrimiento vital, o al mejor portero del mundo disfrazado tan solo de porterazo me basta. Si encima gana el Antequera (jódete Tapia por destituir a Ruano), veo a mi madre feliz por unas horas, a los nuestros homenajear al malogrado chaval rojiblanco o puedo hacerle a mi padre una foto con una manta del Atleti porque está febril tras resfregarme en la cara la undécima mientras yo especulo con mi cuñado colchonero sobre si Vitolo va a ser un bluff como todos (casi) los fichajes del Cholo, mejor que mejor.



Por cierto Don Tomi, gracias por mencionarme en ese santuario del Atleti más elemental y auténtico que es tu blog. Y que sepas que yo solo perdono al francesito si fue él el artífice exclusivo del homenaje al  niño de Alzira. Si no, le queda aún para que le levante el vietto (sic). Ojalá algún día compartamos vivencias con unas birras por delante sea en Málaga o en Wandalandia.

1 comentario:

Tomi Soprano dijo...

Don Dami, varias cosas:

- No me mola dar consejos, pero créame cuando le digo que no le quede nada por hacer con su madre que le apetezca hacerlo, tanto a ella como a vos. Absolutamente nada, porque, cuando falte, no sabe hasta qué punto se arrepentirá de no haberlo realizado. Aunque sea la más mínima chorrada.

- Para mi tiene más respeto y admiración si cabe los Atléticos de provincias que nosotros mismos. Siempre será así. Ustedes si que nacen siendo del Atleti. Y, por supuesto, me parece superlógico que no le desee mal a su Málaga. Yo tampoco se lo deseo a mi Carabanchel, de hecho, aunque si se enfrentase a mi Atleti, téngalo claro, un solo corazón, un solo equipo.

- ¿Cánticos? Se les dan demasiada importancia de la que tienen en realidad. A estas edades, a mi ya no me mola insultar ni menospreciar a ninguna afición rival, por muy mal que me caigan (que, por otro lado, son prácticamente todas, para qué nos vamos a engañar). Directamente, paso del rival. Y si. Nos llamaron asesinos por cantar el himno del Atleti cuando el pibe ese andaba lesionado (como si uno supiese estando en la grada lo que tiene o deja de tener ningún jugador, máxime en estos tiempos en los que se tira todo quisqui ... ja). Me la suda. Quédese con que cuando retiraron al chaval en camilla, esos mismos a los que llamaron asesinos, aplaudieron a rabiar al mismo jugador. Saber estar.

- Del partido mejor ni hablar. Hubiese dado millones por haber compartido con usted el Antequera vs. Malagueño que lo del sábado pasado. Y con esas birras de por medio, por supuesto. No desespere, cualquier día caerán.

Abrazote fuerte.