Joder si valió... El viaje de casi 3 horas desde Málaga con atasco en el centro de Sevilla incluido. El buscar aparcamiento entre cánticos hostiles. El tomarme muy en serio disimular creyendo yo que me mezclaba con el resto de sevilistas que inundaban Nervión. Llevarme un paragüas hecho mierda por si llovía y volver al coche a recogerlo cuando empezaba a chispear. Así podría seguir un buen rato, metiendo conceptos sin sentido para describir mi experiencia. Pongan una almohada sobre el teclado o dejen de leer ya, a no ser que se aburran irremisiblemente.
Al llegar me di un garbeo por los aledaños, sin identificativo alguno por supuesto, que hay mucho colgao suelto. Recogí mi entrada y ya se escuchaban los primeros cánticos, el estrella era el que mancillaba nuestro himno, y que me niego a repetir. Es una pena que en mi visita a un Atleti-Sevilla se oyera más P*** Sevilla que otros y que aquí pasara exactamente igual. Me tomé algo en el C.C. Nervión, yo tenía pensado comprarme un bocata auténtico por algún local de las cercanías, pero no me iba a sentir cómodo entre tanto sevillista, pero seguro que no me hubiera pasado nada porque además no había motivos. Luego me daría cuenta. En ese momento tomé la decisión más simple para estar cerca del estadio y aprovechar para cubrirme de la lluvia No me quedaba ná aún... Salí a Luis de Morales y me crucé con el Moranco bajito. Allí había un montón de gente esperando que llegara el bus del Sevilla. Bengaleo incluido.